La historia de Wild Bill
Este nombre temeroso no augura un fin feliz del relato y menos si eres fan de la serie de televisión “Deadwood”
Los ases y los ochos deben su mala reputación a James Butler Hickok, más conocido como “Wild Bill”. El famoso pistolero actuaba a mediados del siglo XIX, cuando el Lejano Oeste todavía era muy salvaje. A lo largo de su vida fue conocido como maestro de vagones para el ejército, espía, polémico legislador y miembro del equipo de luchas contra osos. ¡Sí, de verdad!
Después de abandonar Illinois, la ciudad donde nació, con 18 años, Hickok recibió el mote “Duck Bill” (El Pato Bill) por su nariz larga y labios salidos, por eso, no sorprende que decidió cultivarse bigote y aparentar más salvaje. Era una de las figuras más significativas de su época, las historias de sus tiroteos circulaban a lo largo de la Frontera mientras mantenía un control férreo sobre las ciudades sin ley donde fue elegido mariscal. Participó en varios tiroteos, que rápidamente cautivaron al público y lo hicieron bastante famoso.
Wild Bill incluso afirmó que había matado a un oso mientras conducía un tren en New México. Por lo general, estas historias no se tomaban en serio, pero el hombre apareció en su destinación gravemente herido, con costillas, hombro y brazo rotos, por lo que ya se veían pruebas de que había logrado a rajar el cuello de la bestia.
Los periódicos seguían religiosamente sus hazañas y no dudaban en transformar los hechos en sensaciones. Según los periodistas, Wild Bill logró a asesinar a más de 100 personas, aunque su biógrafo más famoso, Joseph Rosa, afirma que no había matado a más de seis o siete. La verdad se quedará envuelta en el misterio, ya que Wild Bill nunca publicó su historia.
Wild Bill y la mano del muerto
En 1876, Hickok ya tenía 39 años y empezaba el descenso de su carrera. Había ganado bastante dinero de juegos de azar y presentación de espectáculos, pero su salud deteriorada ya no le permitía mantener el mismo nivel que antes. Hacía poco que se había casado con la propietaria de un circo, llamada Agnes Lake, pero la dejó en Cheyenne y subió a un tren con destino a los campos de oro en Dakota del Sur.
Según informes posteriores, fue allí donde conoció a Martha Jane Canary, más conocida en la cultura popular como Calamity Jane, pero esta historia se ve rodeada de muchas controversias, ya que más tarde solo fue contada por la famosa mujer del Lejano Oeste cuando intentaba recibir rápido dinero de sus memorias.
En el verano de 1876 el tren llegó a la ciudad de Deadwood y como un jugador de póker experimentado y con grandes éxitos, Wild Bill rápidamente se convirtió en uno de los visitantes más habituales del local Nuttal & Man’s. El juego le iba muy bien y el 1 de agosto logró ganar tanto dinero del cazador de búfalos Jack McCall que le devolvió una parte para que el hombre se pudiera comprar desayuno. Igual este acto parece un gesto de generosidad, pero la desdeñosa manera de la que lo hizo probablemente fuese crucial para lo que estaba a punto de ocurrir al día siguiente.
El 2 de agosto, Wild Bill entró en el bar y se quedó bastante decepcionado al ver que en la mesa de póker había pocos asientos libres y no podía sentarse con la espalda dando a la pared como lo solía hacer. De esta manera Wild Bill quedó expuesto cuando Jack McCall volvió al bar, después de haber seguido al famoso jugador, desenfundó su pistola y le disparó en la cabeza. Según los informes, las últimas palabras que escuchó Wild Bill fueron “¡Maldito seas! ¡Toma!”
Según cuenta la leyenda, Wild Bill se cayó de su asiento sin soltar sus cartas, estaba jugando a póker descubierto con cinco cartas y cuatro de ellas quedaron desveladas. Neil Christy, el hombre que las recogió dijo que fueron dos pares de ases y ochos negros. La quinta carta sigue siendo un misterio, algunas fuentes afirman que fue la reina de corazones, mientras que según otras fue el nueve o la jota de rombos.
Probablemente Wild Bill estaba sacando una nueva carta cuando se encontró con la muerte, nunca sabremos si la combinación fue ganadora, pero la mala reputación de los ases y los ochos sigue recorriendo el mundo.
Polémicas
Las historias como la de Wild Bill rara vez terminan con la muerte del protagonista. Su nombre continuaba apareciendo constantemente en los artículos de noticias, mientras que el juicio de su asesino se prolongó durante bastante tiempo y asombró a la nación. De hecho, Jack McCall fue liberado inicialmente, porque afirmó ante el jurado de mineros de Deadwood que había estado vengando la muerte de su hermano, Lew McCall.
Teniendo en cuenta la fama de Wild Bill, no era difícil de creer en las palabras de McCall en su momento, por lo que fue absuelto por los lugareños. Pensando haberse salvado, el asesino se fue de Deadwood y empezó a fanfarronear públicamente del asesinato de Hickok, por lo que fue nuevamente detenido y juzgado ante un jurado oficial. En 1877 fue ahorcado por asesinato intencional.
Sin embargo, lo que más nos interesa es si la mano del muerto realmente se podría relacionar con la muerte de Bill Hickok. Aunque la leyenda relaciona su nombre con los ases y los ochos, esta asociación surgió a finales de la primera veintena del siglo XX, más de cuatro décadas después del accidente en Deadwood. Dichas afirmaciones se basaban completamente en entrevistas con residentes locales, pero Joseph Rosa, el biógrafo más conocido de Hickok, afirma que no hay evidencia clara que sugiera cuál fue realmente la composición de la mano de Wild Bill.
De hecho, la expresión “mano del muerto” se utilizaba mucho antes del fallecimiento del pistolero. En 1886 se publicaron artículos en los periódicos que relacionaban la mano del muerto con una historia absolutamente diferente.
Los reportes afirman que la combinación obtuvo este nombre después de un accidente con un juez de Illinois que ocurrió en los años 40 del siglo XIX. El juez estaba a punto de ser destituido y apostó sus últimas propiedades en póker. A pesar de que no fuese una de las apuestas más increíbles que se conocen, fue algo épico. El juez desveló una mano de full house con tres jotas y un par de diez, no obstante, su oponente tenía tres reinas y un par de diez, el juez pensó haber ganado, pero al ver las reinas, se cayó muerto, literalmente.
Los artículos de 1886 fueron los primeros que mencionaron la mano del muerto, mientras que relatos posteriores, de la primera década del siglo XX, parecían sugerir que el nombre estaba relacionado con las jotas y los ochos. Solo cuando se publicó la biografía de Hickok en 1926, los dos pares de ases y ochos negros oficialmente se convirtieron en las cartas del miedo.
La mano del muerto en la cultura popular
Fuese cual fuese el origen de la frase, esta se ha acuñado para siempre con referencia a la historia del sangriento fin de Wild Bill. Homenaje a este relato ha sido rendido en numerosas películas, la mano del muerto aparece en La hora de la araña de James Patterson y en el cómic Batman R.I.P.. Asimismo, da el nombre de una de las novelas de la serie Wild Cards de George R. R. Martin (el autor de Canción de hielo y fuego) y se menciona en canciones de Bob Dylan, Bob Seger, the Church, Motörhead, entre otros.
Referencias se pueden ver también en algunas de las clásicas películas del oeste de John Ford, donde siempre se identifica con la muerte, así como en capítulos de Expediente X. Los fans de videojuegos la encontrarán en Fallout 4, Hearthstone y The Walking Dead: A New Frontier, entre otros.
Por supuesto, el legado de la mano del muerto ha cobrado vida principalmente a través del juego. Los ases y los ochos tienen un significado totalmente diferente en el juego de blackjack, pero en algunas variantes se puede encontrar un tipo de apuesta adicional, llamada la mano del muerto. En Texas Hold’em un as y un ocho de cualquier color y palo también se pueden llamar una mano del muerto, pero en este caso se considera una buena mano inicial y no hace ninguna referencia a mala suerte… todavía.
El lugar más famoso donde se puede ver la mano del muerto es la exposición histórica en Saloon 10, uno de los casinos más pequeños del mundo que se construyó sobre el bar donde le dispararon a Wild Bill. La quinta carta en la mano de esta colección es el nueve de rombos y esto no tiene por qué sorprendernos, ya que la carta se considera un mal presagio y lleva el temeroso apodo “La maldición de Escocia”. En Saloon 10 se puede jugar al póker real, pero las exhibiciones suelen ser mucho más interesantes, especialmente teniendo en cuenta cuán peligrosos pueden ser los ases y los ochos en aquel sitio.
Por supuesto, a pesar de que la mala fama de la mano del muerto todavía existe, esta se considera una buena combinación en el póker moderno, y lo más importante es que nadie ha sido disparado por sacar estas cartas desde hace más de cien años.